Complementos alimenticios
Los complementos alimenticios pueden ser una fuente de nutrientes en momentos que quieras complementar tu nutrición como también en momentos de carencia. Recuerda que nunca tienen que ser sustitutivos de una dieta equilibrada y su consumo tiene que ser supervisado por un especialista.
Tipos de Complementos Alimenticios
Suplementos vitamínicos o minerales: plus de vitaminas sea por necesidad o para suplir la carencia.
Salvo cerveza: derivado de la fermentación de cereales y tiene una cantidad importante de proteínas, como también minerales como el zinc y el ácido fólico.
Jalea real: sustancia que producen las glándulas hipofaríngies del ninguno de las abejas obreras jóvenes. Entre sus propiedades encontramos cantidades importantes de vitaminas B1, B2, B5 y B6.
Polen de abeja: pulso que las abejas recogen de las flores y transportan en sus patas. Tiene un alto valor nutritivo porque su finalidad es de proveer de alimento a la colmena.
Germen de trigo: parte interior del trigo y es un potente complemento de ácidos grasos esenciales, antioxidantes y aminoácidos.
Óleo de pez azul: se describe por su nombre y aporta una gran cantidad de ácidos poliinsaturados.
Crema de almendras: excelente sustituto de la leche animal. De sus propiedades destaca la proteína vegetal.
Fibra alimentaria: parte de plantas comestibles que resiste la digestión y que fermenta en nuestro intestino. Ayuda a reducir el colesterol y mantener la salud cardiovascular.
Recuerda que se tiene que respetar las cantidades recomendadas en el dorso del producto.